La Aventura de David en el Mundo del Gaming
1986 fue el año en que todo comenzó para David. Siendo apenas un niño, tuvo su primer contacto con el Nintendo, un momento que marcó el inicio de su pasión por los videojuegos. Este pequeño pero poderoso dispositivo lo transportó a un mundo lleno de retos, historias y competitividad que se volvería parte esencial de su vida.
El primer gran hito en su trayecto gamer llegó en 1993. En el Blockbuster Video de San Germán, David se enfrentó a su primer torneo, un evento de Street Fighter 2 en la consola Super Nintendo. Había dos categorías: una para adultos y otra para niños. A pesar de tener solo 12 años, optó por competir en la categoría de adultos. Su hermanito, compitiendo en la categoría infantil, logró el segundo lugar. Pero David fue más allá y ganó el torneo de adultos, obteniendo como premio dos alquileres mensuales por un año. Este premio no solo le permitió explorar más juegos, sino que solidificó su amor por el gaming competitivo.
Aquella victoria no fue solo un logro; fue una puerta que se abrió hacia una vida donde la competitividad y la estrategia se convertirían en pilares fundamentales. Pero David no se detuvo aquí.
Los Desafíos de los Blockbuster World Championships
En 1994, David se presentó a otro torneo de Blockbuster, aunque los resultados no fueron los esperados. Sin embargo, en 1995, la historia cambió. El torneo, centrado en Donkey Kong Country y la búsqueda de bananas, lo coronó como campeón. Aunque no pudo asistir a la final, esta experiencia reafirmó su pasión por los videojuegos.
Ese mismo año también participó en un torneo de Primal Rage, un juego que aún no había salido al mercado. Aunque los detalles de su desempeño son difusos, queda claro que este periodo sentó las bases para su amor por los juegos de pelea.
El Descubrimiento de Tekken y Nuevos Horizontes
En 1997, David experimentó un cambio drástico en su vida. Durante un internado en la NASA y mientras residía en la Southern University, descubrió Tekken 3 en el centro de estudiantes. Este juego lo atrapó por su complejidad y por las posibilidades competitivas que ofrecía.
Cada tarde, con solo una peseta, David se sumergía en el mundo de Tekken 3 en las máquinas arcade. Su interés no se limitó a jugar; también comenzó a investigar sobre estrategias y mecánicas del juego, una tarea que se facilitó con el acceso a internet en esa época. Su compañero de cuarto también era un entusiasta de los videojuegos, incluyendo Tekken 2 y Madden, lo que creó un ambiente competitivo en su entorno inmediato.
Aunque inició usando a Eddy Gordo, pronto descubrió la profundidad del juego, explorando las vastas habilidades de otros personajes. Este periodo no solo fue crucial para mejorar sus habilidades, sino también para afianzar su amor por Tekken. Cabe mencionar que Tekken 3 aún no estaba disponible en consolas, lo que hacía de los arcades su única opción para practicar.
La Comunidad Competitiva en Puerto Rico
Tras regresar a Puerto Rico, David siguió expandiendo sus horizontes. En 1999, Tekken Tag Tournament se convirtió en su enfoque principal, y ese mismo año participó en un torneo regional de Tekken 4 en Orlando, Florida. Aunque describe su derrota como una “pela asquerosa”, esta experiencia lo motivó a mejorar.
De vuelta en la isla, frecuentaba el Time-Out del Town Center en Mayagüez, un lugar que se transformó en el epicentro de la comunidad local. Allí, junto a amigos como Oscar, viajó por Puerto Rico jugando Tekken 4 y desarrollándose como competidor. David y Oscar incluso grabaron varios de sus combates, aunque estas grabaciones permanecen archivadas en su computadora.
Organizador de Torneos: De Pasatiempo a Pasión
A inicios de los 2000, David comenzó a organizar torneos en el Time-Out de Mayagüez, utilizando brackets en papel. Aunque estos eventos no siempre ofrecían premios materiales, el espíritu competitivo y los “bragging rights” eran suficiente motivación para los participantes.
En 2004, un icónico tráiler de Evo 2004, donde Justin Wong fue derrotado con un legendario parry y super combo, inspiró a David a apuntar a este prestigioso torneo. Aunque estaba terminando su carrera en ingeniería, esta inspiración marcó un punto de inflexión en su visión del gaming competitivo.
Tekken PR y el Reconocimiento Internacional
En 2005, David lanzó Tekken PR, una plataforma para unir a la comunidad de Tekken en Puerto Rico. Con herramientas digitales limitadas, construyó una red sólida que culminó con su victoria en el torneo nacional de Tekken 5 ese mismo año.
Gracias a su perseverancia y a una relación cercana con Jason Carney, director de marketing de Namco y jugador profesional de Soul Calibur, logró convencer a Namco para incluir a Puerto Rico en un torneo regional oficial. Este logro fue un hito en la historia del gaming local, demostrando el potencial de la isla en el escenario internacional.
Smash PR y Nuevas Fronteras
En 2007, David fundó Smash PR, aplicando su experiencia para organizar la comunidad de Smash en Puerto Rico. Aunque vivía en Carolina del Norte, colaboró activamente en eventos locales, incluyendo el icónico Rolling Forever, que permitió a jugadores puertorriqueños competir en Estados Unidos. Este evento incluyó una serie de torneos que recaudaron fondos para enviar a jugadores al extranjero, incluyendo a Cano, quien logró el tercer lugar en Evo 2008 jugando Tekken 5.
Además, organizó torneos internacionales, como uno en la República Dominicana en 2009, donde conoció y patrocinó a Omega Mitsurugi, quien alcanzó el noveno lugar en los nacionales de Soul Calibur 4 y quinto en Evo 2009.
David también patrocinó a Eduardo Pérez Frangie, conocido como PR Balrog, para su participación en Evo 2009, donde quedó en quinto lugar.
Reflexiones y Legado
David ha dedicado su vida a apoyar y fortalecer la comunidad gamer en Puerto Rico. Desde torneos locales hasta competencias internacionales, su impacto ha sido inmenso. Aunque actualmente no organiza eventos, su compromiso con las nuevas generaciones asegura que el gaming en Puerto Rico siga creciendo y dejando huella en el mundo.
Esta es la historia de David: un jugador, un organizador, y un visionario que transformó su pasión en un legado.